sábado, 3 de enero de 2015

La casa mínima


El barrio de San Telmo mantiene lugares que aún nos permiten imaginar cómo fue Buenos Aires en sus comienzos. Allí se encuentra el pasaje San Lorenzo, que tiene características que lo diferencian del resto de los barrios de la ciudad. Este pasaje cuenta tan sólo con dos cuadras, desde Av. Paseo Colón hasta Defensa al 700, con la arquitectura de las casas y su pavimento empedrado nos da la sensación de que el tiempo se ha detenido allí.

Entre las viviendas del pasaje se encuentra una construcción que llama la atención de quienes caminan por el lugar. Se trata de una casa de dos plantas con poco más de tres metros de frente. Su dirección es pasaje San Lorenzo 380, a metros de la esquina de la calle Defensa. Es conocida como la "Casa mínima", "Casa angosta" o "Casa del esclavo".
La fachada tiene una puerta al medio, y por encima una ventana con un modesto balcón en el primer piso. Tiene la fama de ser la casa más angosta de Buenos Aires.

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Existe una leyenda que ronda en torno a la Casa mínima.
Se dice que fue construida por un esclavo liberto, luego de la abolición de la esclavitud en el siglo XIX. La levantó en una pequeña porción de terreno cedido por su antiguo amo, en agradecimiento a sus servicios y para que tuviera su vivienda de hombre libre. Esta vivienda se ha convertido en un lugar obligado de visita para turistas nacionales y extranjeros, a tal punto que ya es un lugar de interés histórico que trasciende los límites de lo barrial, convirtiéndose en un referente para toda la ciudad.

Se dice que el mismo Jorge Luis Borges se fotografió junto a ella.
El poeta Baldomero Fernández Moreno la describió de esta manera: “Una Fachada lisa, con una puerta de dos hojas en el medio pintadas de verde con una cerradura y falleba de hierro, y con el número en alto, como una flor en la solapa. Es de dos plantas. Exactamente encima hay un balconcito con barrotes verticales de hierro; detrás de la vidriera de dos hojas y las dos cortinillas iguales, pliegue a pliegue. A un lado del balcón un cacharro con geranios rojos, al otro lado otro cacharro con geranios rojos. En el intervalo cuatro macetas. Y luego, la cornisa: un repulgo de argamasa. La casa se prolonga hacia atrás, pero parece sólo con esa habitación, con esa celda.”

Foto del año 1930:

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Foto actual:

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